La filosofía de las inversiones a largo plazo se basa en la idea de que el mercado tiende a crecer en el largo plazo. En un entorno de inestabilidad global, crisis económicas y fluctuaciones en los tipos de cambio, la estrategia “Comprar y Mantener” es especialmente relevante, ya que los inversores no solo minimizan los riesgos, sino que también se benefician del crecimiento de las plataformas comerciales sin tener que dedicar tiempo al seguimiento diario de los cambios.
¿Qué es la estrategia “Comprar y Mantener” y cómo funciona?
La esencia de la táctica radica en comprar acciones u otros valores y mantenerlos durante un largo período de tiempo, a pesar de las fluctuaciones del mercado. El proceso también se puede explicar de la siguiente manera: el inversor elige activos de calidad que se espera que aumenten de valor y no presta atención a las fluctuaciones a corto plazo, como la caída o el aumento del valor de contratos individuales durante una semana o un mes. En lugar de vender los valores cuando disminuye su valor, el profesional se adhiere a la táctica, centrándose en el aumento a largo plazo.
Un elemento importante del método es la constancia y la paciencia. El participante debe estar preparado para sobrevivir a diversos ciclos de mercado. Por ejemplo, en el caso de las acciones, estas pueden caer de precio durante varios años y luego comenzar a subir nuevamente. El objetivo principal es esperar a que los activos alcancen su máximo valor en el largo plazo, lo que puede llevar décadas.
La atención principal se centra en las características fundamentales de los instrumentos seleccionados: la situación de la corporación, sus indicadores financieros y su potencial de mercado. La selección de acciones para este enfoque implica la presencia de empresas estables y en crecimiento, cuyos valores pueden generar ingresos durante décadas.
Ventajas de la estrategia “Comprar y Mantener” para inversores principiantes
La metodología ofrece varias ventajas que la hacen ideal para personas que no tienen un profundo conocimiento del mercado o que no tienen tiempo para monitorear constantemente su cartera de inversiones:
- Reducción del estrés. Los inversores no se preocupan todos los días por los precios de sus activos, ya que están orientados hacia las ganancias a largo plazo y no hacia las fluctuaciones a corto plazo.
- Evitar errores relacionados con decisiones emocionales. Esto es importante, ya que muchos principiantes sucumben al pánico y pueden vender valores durante una caída temporal del mercado, perdiendo la oportunidad de recuperar los fondos perdidos cuando los precios vuelvan a subir.
- Gestión pasiva de la cartera. Los nuevos propietarios de capital pueden elegir instrumentos de calidad y no perder tiempo en monitoreo y operaciones comerciales. Es importante destacar que la inversión pasiva, por ejemplo a través de fondos indexados, permite obtener ingresos con bajos costos de gestión, lo que aumenta significativamente la ganancia neta.
Riesgos: ¿cómo evitar las trampas?
Al igual que cualquier otra estrategia de inversión, la táctica “Comprar y Mantener” no está exenta de riesgos que pueden afectar significativamente la rentabilidad del inversor:
- Congelación a largo plazo del capital. Cuando un participante decide adherirse a esta metodología, debe estar preparado para que su dinero pueda estar “congelado” durante años.
- Riesgo de pérdida de capital. Si un inversor elige activos de baja calidad, como acciones de empresas con bajo potencial de crecimiento, puede sufrir pérdidas significativas. Es importante realizar un análisis cuidadoso de las empresas en las que se planea invertir: la diversificación de la cartera (acciones, bonos, bienes raíces) puede ser de ayuda.
- Pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación: el valor del dinero disminuye con el tiempo, y aunque los valores aumenten de precio, esta dinámica puede no compensar las pérdidas, especialmente si no se indexan con los indicadores actuales.
- Riesgos psicológicos. Las inversiones a largo plazo requieren paciencia y habilidad para lidiar con las fluctuaciones del mercado. A veces, los inversores pueden sucumbir al miedo y vender sus activos a precios bajos.
Cómo elegir activos para la estrategia “Comprar y Mantener”: guía práctica
En primer lugar, el titular de capital debe prestar atención a los indicadores fundamentales de las empresas cuyas acciones u bonos está considerando adquirir. Indicadores importantes: rentabilidad, rentabilidad, carga de deuda y tasas de crecimiento del negocio.
En segundo lugar, se debe tener en cuenta la posición competitiva de la empresa en el mercado y su capacidad para adaptarse a los cambios en la economía. Cuanto más estable sea el negocio, mayor será la probabilidad de que sus acciones aumenten de valor durante décadas.
La diversificación es un parámetro fundamental en la formación de una cartera de inversiones. Con este instrumento, se pueden reducir los riesgos asociados con la caída del valor de uno de los activos. El inversor puede incluir en su cartera no solo acciones de grandes empresas, sino también bonos, bienes raíces, materias primas, así como activos más arriesgados como startups o criptomonedas.
¿Vale la pena utilizar este método en tiempos de crisis?
La estrategia “Comprar y Mantener” demuestra su eficacia no solo en condiciones de estabilidad, sino también en períodos de crisis de mercado. Los inversores que siguen una perspectiva a largo plazo a menudo se encuentran en una situación ventajosa cuando el mercado experimenta caídas cíclicas. Esto es especialmente relevante para los participantes principiantes, que pueden aprovechar las crisis como oportunidades para comprar activos de calidad a precios reducidos.
Una característica importante del método es su capacidad para funcionar en condiciones de conmoción temporal en el mercado. Cuando los inversores orientados a resultados a corto plazo comienzan a entrar en pánico y a vender valores, aquellos que siguen una estrategia a largo plazo pueden aprovechar esta confusión para adquirir acciones u bonos a precios más favorables.
Un ejemplo exitoso de la aplicación de la estrategia “Comprar y Mantener” es la crisis de 2008, cuando muchas empresas líderes experimentaron caídas abruptas en el valor de sus acciones. Aquellos propietarios de capital que se adhirieron a su metodología y no sucumbieron al pánico, vieron cómo sus activos comenzaron a recuperarse después de varios años, y algunas empresas incluso mostraron un crecimiento mayor. Por ejemplo, las acciones de empresas como Apple o Amazon aumentaron miles de por ciento en los años posteriores a la crisis de 2008.
Las empresas que tienen una sólida posición financiera, una baja carga de deuda y una alta diversificación tienen muchas más posibilidades de sobrevivir en tiempos difíciles. Por ejemplo, Johnson & Johnson o Procter & Gamble, a pesar de las dificultades económicas, continúan demostrando estabilidad gracias a la demanda sostenida de sus productos.
Conclusión
Teniendo en cuenta los riesgos, como la congelación del capital y la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación, la estrategia “Comprar y Mantener” permite al inversor lograr un crecimiento estable con un esfuerzo mínimo, siempre y cuando elija correctamente los activos para su cartera. Acciones de empresas grandes y estables, instrumentos financieros diversificados, así como dividendos y otras formas de ingresos de inversiones en combinación con un enfoque pasivo garantizarán un éxito a largo plazo.